Típico, conoces a una persona que es la más amable pero que se transforma en un monstruo enojado tan pronto se sube a su automóvil. La conducción agresiva, puede definirse como un comportamiento que directa o indirectamente intenta provocar, perjudicar o causar daño de cualquier tipo a otras personas en la vía pública o durante el tráfico.

La conducción agresiva puede desatarse por muchas razones, el estrés es el más frecuente, ya que para muchas personas es una tarea muy complicada. Pero el estrés no sólo se produce al conducir, sino que también puede acumularse a lo largo del día, por lo que al llegar al coche perdemos los buenos modales. Nuestro Volkswagen, además de casi ser nuestra segunda casa, también nos sirve de “caparazón” para las situaciones cotidianas. Así, mientras muchos lo usan de karaoke, otros más lo consideran un espacio vital que al ser vulnerado por un elemento externo (llámese peatón, ciclista u otros automovilistas) hace que salten chispas y nos enojemos.

Además de ser un problema de conducta, que es más frecuente en ciudades caóticas, también puede presentar daños para tu automóvil ¿lo sabías?

Las consecuencias mecánicas que se producen si mantienes una actitud brusca o agresiva al volante son varias y aquí te presentamos algunas averías que podrías padecer.

Caja de cambios manual y/o automático

Es uno de los elementos más usados durante la conducción, ya que se encarga de seleccionar la marcha para nuestro vehículo.

El daño puede aparecer al realizar salidas bruscas o arrancones, por lo que deben procurar una aceleración paulatina para no forzarla. Para quienes tengan un vehículo automático, deben pasar la palanca de D a N cuando el coche esté en ralentí, por ejemplo en los semáforos, para mantener el aceite hidráulico del cambio.

Bloque de motor

Es la pieza fundida en hierro o aluminio que actúa como el cuerpo del motor, y es donde se acoplan los cilindros, pistones y soportes de apoyo al cigüeñal. Los daños se producen por no realizar los cambios de aceite y refrigerante especificado por el fabricante.

Para los conductores bruscos o impacientes, deben evitar las aceleraciones con el motor en frío.

Discos de pastillas y frenos

Conducir de forma agresiva puedes ocasionar que los discos y pastillas de freno se sobrecalienten, lo que a su vez ocasiona menos eficacia al frenar y desgastará estos elementos al momento de acelerar.

Frenar demasiado brusco puede provocar el desgaste irregular, que puede traducirse en vibraciones en el volante y deterioro del líquido de frenos.

Por eso es importante moderarse al conducir y usar marchas más cortas para dejar que el “freno de motor” haga lo suyo.

Como pueden ver, conducir con agresividad en el volante afecta en varios sentidos su seguridad, así que para quienes se sientan estresados les dejamos estos tips para sobrevivir al tráfico.