Te decimos por qué chilla tu auto al frenar y por qué actuar rápidamente

Las balatas o pastillas de freno son componentes clave del sistema de frenado de tu automóvil. Cada vez que presionas el pedal del freno, las balatas generan fricción contra los discos o tambores de freno de las llantas, y dicha fricción es lo que reduce la velocidad del vehículo o lo detiene por completo.

Mantener estas piezas en buen estado garantiza un frenado eficiente y, por ende, una conducción segura y confortable para ti y tus acompañantes.

Podemos identificar distintos tipos de balatas con base en su ubicación y el material con el que están fabricadas. A continuación, te presentamos más detalles sobre cada una de ellas:

Tipos de balatas según su ubicación

Por su ubicación en tu automóvil, encontramos dos tipos de pastillas de freno: delanteras y traseras.

• Balatas delanteras: las pastillas de freno delanteras son grandes y robustas para soportar la mayor parte de la fuerza de frenado de un automóvil o camioneta SUV. Durante tus recorridos, al presionar el pedal del freno, el peso del vehículo se transfiere hacia adelante, lo que incrementa significativamente la carga sobre este tipo de balatas. 
• Balatas traseras: las pastillas de freno traseras, aunque son más pequeñas, ayudan a mantener el equilibrio y evitar que tu auto se desvíe hacia los lados, sobre todo cuando transitas por superficies resbaladizas o ejecutas maniobras bruscas. 

Tipos de balatas según el sistema de frenado

Dependiendo del tipo de frenos de tu auto o camioneta, existen dos tipos de pastillas de freno distintas: 

• Balatas de disco: las balatas de disco poseen la capacidad de disipar eficazmente el calor generado durante el frenado, incluso en condiciones de uso intensivo. Este tipo de pastillas son utilizadas en automóviles y SUVs modernos y proporcionan una respuesta de frenado consistente y confiable. 
• Balatas de tambor: aunque en la actualidad, el uso de las balatas de tambor es menos común, suelen utilizarse en vehículos de carga ligera y en aquellos equipados con sistemas de frenos de remolque. 

Tipos de balatas según su material

Con base en su material de fabricación, podrás encontrar los siguientes tipos de pastillas de freno:

• Balatas orgánicas: estas balatas están hechas de materiales no metálicos como fibras de vidrio, caucho y resinas. Son conocidas por su suavidad y silencio al frenar, lo que las hace más cómodas para conducir. Sin embargo, tienden a gastarse con rapidez, sobre todo cuando se utilizan por mucho tiempo. 
• Balatas semimetálicas: se fabrican combinando materiales orgánicos con metales como el cobre y el acero. Esta mezcla les confiere una excelente combinación de rendimiento y durabilidad, haciéndolas capaces de soportar altas temperaturas y ofrecer una respuesta de frenado efectiva. Por estas razones, las balatas semimetálicas son populares en vehículos que requieren un desempeño fiable en diversas circunstancias de manejo, como automóviles de alto rendimiento o vehículos todoterreno. 
• Balatas metálicas: fabricadas en su totalidad con materiales metálicos, estas balatas son duraderas y ofrecen una alta capacidad de frenado. No obstante, tienden a ser ruidosas y pueden acelerar el desgaste de los discos de freno, lo que ha llevado a una disminución en su uso para dar lugar a opciones más modernas y eficientes. 
• Balatas cerámicas: las balatas cerámicas, como su nombre lo indica, están principalmente hechas de fibras cerámicas y son reconocidas por su durabilidad y su capacidad para generar menos polvo y ruido en comparación con otros tipos. Además, mantienen un alto rendimiento incluso a temperaturas elevadas. 

Como hemos mencionado, existen diferentes tipos de balatas y su duración puede variar según diversos factores, como las condiciones de manejo y tus hábitos de frenado. En general, la vida útil promedio de las balatas oscila entre los 30,000 y 40,000 kilómetros, no obstante, es esencial inspeccionarlas cada 5,000 o 10,000 kilómetros para asegurarse de que estén en buenas condiciones.

¿Qué tipo de balatas duran más?

Las balatas de cerámica suelen tener una vida útil más larga que las de otros tipos. Sin embargo, elegir el tipo de balatas que mejor se adapte a las características de tu vehículo es crucial. 

El desgaste natural es una de las muchas razones por las que las balatas de freno pueden dañarse. Con el tiempo, la fricción causada por el frenado hace que las balatas se desgasten lentamente, lo que reduce su eficacia y rendimiento.

La exposición a condiciones extremas, como altas temperaturas o humedad, y el uso excesivo o brusco de los frenos son otros factores que pueden dañar las balatas. La acumulación de suciedad y el mantenimiento inadecuado también pueden reducir su vida útil.

¿Qué pasa si las balatas están dañadas?

Si las balatas de freno presentan daños, el rendimiento del sistema de frenado se verá deteriorado, lo que a su vez compromete tu seguridad y la de tus acompañantes. Cuando las balatas están desgastadas, pueden provocar un frenado ineficaz, aumentando considerablemente la distancia necesaria para detener tu vehículo.

El deterioro en las balatas puede también causar un desgaste irregular en los discos de freno, lo que conlleva reparaciones más costosas y complicadas que se evitan fácilmente con un mantenimiento adecuado. En situaciones extremas, las balatas pueden llegar a fallar por completo, aumentando el riesgo de incidencias en la carretera. 

1. Ruidos extraños o rechinidos al frenar
   ¿Escuchaste un chillido al frenar? Es probable que tus balatas se hayan desgastado.
2. Disminución en la eficacia del frenado
   ¿Tu carro tarda más de lo normal en frenar? Podría deberse al desgaste de las balatas.
3. Tu vehículo se “tironea” al frenar
   ¿Tu auto o camioneta se desvía hacia la derecha o izquierda cuando frenas? Probablemente, tus balatas se han desgastado de forma desigual.
   
4. Vibración del volante o del pedal de freno
   ¿Sientes vibraciones en el volante o en el pedal? Es posible que tus balatas estén desgastadas o que los discos de freno se hayan deformado.
   
5. Tu pedal de freno se siente muy flojo o muy duro
   Esto también indica que existe un problema con las balatas y sugiere la necesidad de realizar una revisión.
6. Olor a quemado cerca de las llantas
   ¿Percibes un olor a quemado cerca de los neumáticos de tu vehículo, especialmente después de frenar? Tus balatas se han sobrecalentado, por lo que necesitan ser revisadas y probablemente reemplazadas.
7. Testigo de advertencia en el tablero
   ¿Se encendió el testigo de pastillas de frenos en el tablero de tu automóvil? Es una clara señal de que tus balatas delanteras han alcanzado su límite de desgaste y requieren un reemplazo.

Si has notado alguno de estos comportamientos en tu auto o SUVW y sospechas que podría ser necesario llevar a cabo un cambio de pastillas de freno, te recomendamos acercarte a tu concesionaria Volkswagen más cercana. Allí nuestros técnicos de Postventa Volkswagen podrán brindarte el servicio de mantenimiento adecuado, así como refacciones originales de la mejor calidad.

Si este contenido te ha sido útil, te invitamos a explorar nuestro blog de Experiencia, donde podrás descubrir cómo funciona el líquido de frenos, cuándo darle mantenimiento a tu carro o camioneta y muchos más consejos para cuidar de tu automóvil como todo un profesional.